15 Jun 2020 Parece que en Galicia sí podemos ir retomando el ritmo anterior al inicio de la pandemia, eso sí manteniendo algunos de los hábitos que adquirimos en estos últimos meses, especialmente las medidas higiénico-sanitarias.
Hay un hábito que algunos adquirieron de nuevas y otros lo incrementaron: la compra online. Fue un hábito más que comprensible durante las semanas que no podíamos salir de casa más que para lo imprescindible.
El colapso y las restricciones de esas semanas provocaron un crecimiento medio de las ventas online del 50% (hubo sectores que cayeron en picado como el textil y otros que aumentaron hasta un 200% como el de material deportivo). Hay un sector que conocemos bien en Pululart, el de la alimentación, cuyas ventas se han multiplicado por cinco.
Aquellos que ya disponían de e-commerce antes de la pandemia pudieron mantener sus negocios gracias al canal online. Muchos que no lo tenían se apresuraron a comenzar la construcción de su comercio electrónico para no perder su trozo de pastel. Marcas de chocolate, vendedores de fruta y verdura, bodegas, tiendas de alimentación ecológica o a granel, artesanos queseros… da lo mismo el número de referencias o el grado de especialización, ya hemos construido tiendas online para ellos, los que han seguido vendiendo estas últimas semanas.
Previsiones de ventas
En febrero de este mismo año un estudio de eMarketer auguraba un crecimiento del ecommerce en España del 12,5%, principalmente debido a la “guerra” entre AliExpress y Amazon. Sin embargo los acontecimientos de un mes más tarde han dado al traste con esta predicción pero por su aumento exponencial, el comercio electrónico se convirtió en nuestra salida y ventana al mundo.
Jardinería y deportes fueron los sectores más beneficiados como decíamos, seguidos de cerca por farmacia, parafarmacia y salud y por supuesto alimentación. Todo apunta a que habrá una relajación y asentamiento de estas ventas pero muchas personas mantendrán la compra online por la comodidad y ahorro en tiempo y esfuerzo al no salir a comprar.
En el caso de la alimentación hay que diferenciar entre el B2B y el B2C. El B2B, es decir, venta a profesionales (restauración, hotelería…) cayó en picado mientras que el B2C fue el que creció significativamente (no como para compensar la caída del B2B). La recuperación de negocios como la hostelería y hotelería va a suponer la recuperación de estas ventas y por el canal online que tantas ventajas que suponen para los profesionales, tanto el que vende como el que compra: historial de compras, control de sobre las mismas, albaranes y facturas online, inmediatez en los pedidos, para el comprador y el vendedor. Con toda esta información además el vendedor puede establecer una estrategia comercial ofreciendo promociones u ofertas a sus clientes para premiarle por sus compras o para fomentar la venta de aquello que no sale.
La gran ventaja del comercio online es precisamente el control sobre los datos de ventas. Si además los compradores están logueados (tienen usuario y contraseña) se les podrá ofrecer exactamente lo que precisa. Por no hablar de los controles de las ventas al estar registradas el número de ventas, las referencias exactas, las horas y días de más ventas, el lugar desde donde se compra… para diseñar la mejor estrategia de negocio y hacer una correcta previsión de ventas.
La previsión es que el sector de la alimentación asiente sus ventas, incluso las relaje porque los españoles, especialmente los gallegos, queremos ver el género en persona. Ese freno que supone el no ver el producto en persona debe ser suplido por una comunicación y estrategia de marca que permita tener una reputación positiva capaz de salvar el espacio físico.
La creación de una tienda online requiere dos bases principales: una construcción estructurada de fácil navegación con contenido de calidad y una estrategia de marca que dé la credibilidad y confianza que los compradores quieren cuando van a llenar su cesta de la compra.
