07 Ene 2019 Reconocible y distinguible en un primer vistazo
El 42% de la población mundial estamos conectados a los medios digitales, concretamente a las redes sociales. Invertimos una media de 58 minutos moviéndonos por ellas. Este dato hace que las redes sean una vía de comunicación deseada por las marcas y las empresas. A través de estos canales informan de manera inmediata, desenfadada, directa y con un coste relativamente bajo a todos los públicos, es más, permite segmentar perfectamente a quién alcanzar.
Visto así los medios digitales son el canal de comunicación idílica para cualquier empresa o marca, aunque siempre y cuando se cumpla una premisa básica: cada publicación de la empresa debe ser identificada de inmediato con la marca a través de su identidad visual. Algo que parece tan obvio a veces no lo es porque hay marcas que directamente son difíciles de encontrar en redes por la dificultad del nombre, pero de ese tema ya hablaremos que el tema naming digital se merece su propio espacio.
Cualquier marca dispone de los elementos que conforman su identidad visual para comunicar, algunos los hemos ido tratando en las últimas semanas, son: su marca gráfica, su estilo verbal, el estilo visual y un código cromático.
Cada red social tiene una manera distinta y sobre todo formatos distintos para personalizar la página o perfil. Respecto a esto una recomendación para estar al tanto: consultar las indicaciones de los formatos de cada red social para crear los contenidos, sean imágenes o videos, la vía más rápida de consulta es preguntando a Google.
Vamos a hablar de los tres elementos visuales básicos para que una marca o empresa sea identificada claramente por su identidad visual en las redes que emplee:
- Perfil: la imagen principal para identificar una página o perfil concreto. En el caso de una empresa o marca lo habitual es usar la marca gráfica, el logotipo o el símbolo como elemento identificador. Este formato es la prueba de fuego en cuanto a calidad gráfica porque debe identificarse en un tamaño minúsculo como la imagen de perfil visto en la app desde el móvil. Recomendación tener varias versiones con la marca para variarla cuando convenga, marca en positivo, en negativo, completa, abreviada… Hay más opciones que el uso del logotipo o símbolo pero esta es la más habitual, menos arriesgada y beneficiosa para la marca. Huyamos de imágenes que no se lleguen a ver o distinguir en un tamaño tan pequeño o aquellas que lleven a confusión con otras marcas.
El formato varía cada cierto tiempo de cuadrado a redondo, pues bien, la imagen o montaje debe funcionar en ambos formatos porque lo que sirve para cuadrado puede verse recortado en el circular lo que demuestra dejadez por parte de la empresa.
Como comentamos hace semanas cada simple acción es un grano de arena para crear la gran duna que es la marca por lo que no lo hagamos difícil con algo tan obvio y sencillo.
- Portada: no todas pero muchas redes sociales permiten usar una imagen de portada. El formato varía enormemente de una red a otra por lo que consultemos qué medidas debe tener. El diseño o imagen que se escoja debería comprenderse del mismo modo independientemente del dispositivo desde donde se observe. La imagen de portada en un móvil se ve más pequeña, no de manera proporcionada respecto a un monitor, por lo que lo ideal es centrar el mensaje o parte importante para que se vea en el dispositivo más pequeño.
Es la imagen ideal por abrir el perfil o página para cambiar según campañas de la marca, fechas especiales, acontecimientos.
- Publicaciones: esto es lo que más difiere de unas redes de otras que además cambia de vez en cuando. Esto hace que un mismo contenido pueda ser publicado en formato cuadrado o rectangular (vertical u horizontal), en cualquiera de ellas. Por supuesto lo que se publique debe ser coherente con la marca y fiel a ella.
Pues bien aunque puedan parecer medios idílicos por su inmediatez, interactividad y vinculación requieren trabajo, cuidado y esmero para que sí se sean idílicos.
