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¿Sabes que el logotipo de una marca nos influye en nuestra decisión de compra? Más concreta y técnicamente, ¿sabes que la adecuación y calidad gráfica del logotipo juega un papel importante en la toma de decisión de compra?

Respecto a la marca no es lo único que influye en la compra, influyen también y mucho sus valores. Es lógico que en un mercado saturado de productos prácticamente iguales, por no decir iguales, como consumidores debamos buscar las diferencias entre ellos en otros parámetros como precio, servicio y la que más nos atañe, la marca.

Como si de una persona se tratase evaluamos a las marcas y lo primero es que han de entrarnos por el ojo. Sin ser conscientes de ello, tenemos establecido un mínimo de apariencia o aspecto que debe tener una marca (o persona) en función de lo que vamos a adquirir, quiere decir, que si vamos a comprar un coche esperamos una marca de calidad, moderna, dinámica, con instalaciones limpias y cuidadas, sin embargo si vamos a comprar unas patatas nos va a dar igual la marca mientras sean de la variedad que nos gustan, si es que nos fijamos en eso. Segundo, si su apariencia no rompe con el mínimo que nosotros tenemos establecido (especialmente con aquellos productos de alta implicación económica y/o emocional) miraremos su personalidad y sus valores.

Hay estudios que demuestran que la honestidad, la coherencia, la confianza y la transparencia respecto a temas medioambientales y sociales influyen una media del 80% en la decisión de compra. Esto ratifica de manera cuantitativa y objetiva la importancia de los valores y comportamientos de la empresa, del compromiso y su participación en lo que preocupa a las personas.

Volvamos al primero de los puntos que decíamos: el logotipo, la marca gráfica. Su construcción y calidad influye en nuestra percepción de la marca, por lo tanto en la decisión de si escogerla o no. Para la construcción de un logotipo se emplea básicamente: tipografía, color, forma (aparte irían los materiales en los que o sobre los que se reproducen).

  • Tipografía: sin muchos conocimientos en tipografía cualquiera es capaz de poner edad o personalidad a una publicación por el tipo de letra que emplee, lo mismo pasa con las marcas gráficas. La percepción varía mucho del uso de una clásica romana o inglesa a una más suiza, de una serifa a una sans serif y por supuesto de las minúsculas a las mayúsculas. Una tipografía serifa puede despertarnos una sensación de algo más clásico, tranquilo o humano dependiendo de los remates, mientras que una sans serif puede resultar más neutra, funcional o impersonal en algunos casos.
  • Color: somos conscientes de la influencia que tienen sobre nosotros los colores y el modo en el que nos afectan, si no, pensemos en un día soleado a inicios de la primavera frente a un día lluvioso, de orballo, en invierno, nos influye mucho la luz y el color. Esas experiencias que vivimos con el amarillo, naranja de los primeros rayos de sol de la primavera, o ese gris, marrón, verde del invierno las trasladamos a las cosas por lo tanto lo amarillo nos despierta luz, calidez, alegría, mientras que el gris acentúa la quietud, la espera y el frío. Con esto queremos decir que la elección del color en una marca, que a priori puede parecer algo banal sujeto a gustos personales, para nada es así, la psicología del color ha de estar presente.
  • Forma: como en los dos anteriores, asociamos un significado a las formas básicas que luego trasladamos a lo que esté construido con ellas. Un ejemplo real es una clínica dental (cerrada ya) cuya marca gráfica era un logotipo cuyo extremos parecían cuchillas de un estilete, es decir en lugar de terminar las palabras en plano respecto a la líneas de base, tenían una inclinación como si fuesen puntas de cuchillos. Obviamente no es la mejor imagen que se puede transmitir con la marca de una clínica dental, formas puntiagudas. En este caso la marca desde la apariencia generaba rechazo. Estas formas aplicadas a una carpintería de aluminio hasta podrían ser lógicas, pero tratándose de un dentista no.

La correcta elección o combinación de los tres elementos básicos para construir una marca gráfica o logotipo dará una marca de calidad, lo más sencilla posible para que sea recordada y que esté acorde a la actividad de la empresa (véase formas puntiagudas y dentista no) y a cómo lo hace.

Para entrar en la despensa, garaje, armario o mente de cualquier persona primero hay que pasar el filtro de la apariencia para que se fíen de lo que ven y lo clasifiquen según su propio imaginario, y en segundo término está el filtro de la personalidad, lo que la empresa haga y cómo, lo comprometida que se muestre para con las personas.

No podemos negar que hay comportamientos tan buenos capaces de superar al peor logotipo que podáis imaginar, y al revés, logotipos impecables que se arruinan por malas decisiones y comportamientos, pero eso es harina para otro post.

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