España es el país con más farmacias de toda Europa, un total de 22100 a cierre de 2018. A pesar de esta saturación es un mercado en crecimiento aunque no de manera homogénea.
Según el informe de la demanda de farmacias en España, Galicia es la séptima comunidad que más interés muestra en la inversión en este tipo de negocios. Destaca A Coruña sobre las cuatro provincias gallegas entrando en el Top 10 de provincias con más demanda de España. Este dato da por encima una buena perspectiva acerca del mercado farmacéutico en España.
La pandemia ha desajustado todas las previsiones y predicciones que pudiese haber en cualquier mercado. A lo largo de las fases y normalidades nuevas que hemos ido adquiriendo el comportamiento de compra ha oscilado muchísimo. El sector farmacéutico fue uno de los “beneficiados” en las primeras semanas del confinamiento en España, sin embargo este crecimiento se ha visto frenado en seco e incluso a descendido en las últimas semanas.
IQVIA (IMS Healthy y Quintiles) está realizando estudios sobre el consumo de productos farmacéuticos y de cuidado personal en España. Han constatado que desde mayo ha habido una tendencia negativa en el consumo de este tipo de productos incluso por debajo de 2019. Cabe destacar que se han excluido de este estudio los productos del mercado COVID-19: mascarillas, guantes e hidrogeles de fabricantes que no operan en España, que son los productos que tiran de sector.
En resumen, en estas semanas ha descendido el número de tickets por farmacia, quedando en una media de 565 tickets diarios, un 13% menos desde el comienzo de la pandemia en España. Eso mismo ha pasado en muchos sectores o productos que tuvieron un boom y hasta rotura de stock con el confinamiento.
En el estudio hay un dato positivo para las farmacias, el canal online sigue creciendo, hasta un máximo del 217% con respecto a las mismas semanas de 2019. Esto supone una burbuja de aire y una salida para las farmacias y parafarmacias en la caída de ventas físicas que está habiendo.
Estaba claro que no se iban a mantener las cifras de ventas que hubo especialmente en las primeras semanas del virus, pero esta caída es importante y aunque pueda suponer un respiro para farmacéuticos y farmacéuticas en la atención física es un palo en la caja.
El e-commerce vuelve mostrarse como un canal de venta más y seguro que toda farmacia debe sumar para no ceñirse a la venta de cercanía con su establecimiento.
La COVID-19 ha traído otro cambio en la venta online, la franja de edad de persona que compran a través de tiendas online ha aumentado, concretamente destaca la adhesión a las compras por internet de los mayores de 65 años. Estos se han visto obligados a comprar a través de este canal y les ha gustado, han probado la comodidad y rapidez que les supone. La clave para esto es una buena estructura web, de fácil navegación y con un método de pago también sencillo.
Como ya decíamos en otro artículo habrá sectores donde las ventas online descenderán porque se trate de productos que necesitamos ver para comprarlos, hablamos en concreto de la alimentación, también de aquellos productos que supongan un desembolso importante volveremos a acudir a un establecimiento físico para verlo y tocarlo. Sin embargo en el caso de productos de baja implicación, donde las opciones no son excesivas y el factor tacto o vivencia no son indispensables el mercado online es la salida.
Estos meses nos han enseñado muchas cosas, y nos han hecho adquirir unos hábitos que deberíamos seguir practicando en los meses venideros.
Ahora que la mayoría podemos salir, queremos hacerlo por temas lúdicos, ver a nuestra gente y disfrutar del aire libre y el espacio. El tener que ir a un establecimiento cerrado, con nuestra mascarilla e hidrogel a cada paso no es el plan más atractivo. El comercio electrónico es la alternativa segura, rápida y cómoda para hacer nuestras compras e intentar retomar los planes aplazados en estas últimas semanas.