Todo evoluciona con el tiempo, el comercio también. ¿Cómo? De las tiendas donde el cliente está de un lado del mostrador y el vendedor sirviendo el producto del otro lado; evolucionó a las tiendas de autoconsumo donde el comprador escoge el producto y pasa por caja; de ahí a que el consumidor hace todo hasta el proceso de pago y se ha sumado la era online en la que muchos dejan de ir a las tiendas. Todos estos modos de venta conviven actualmente, quedan más de unos que de otros.
Nunca nos hemos atrevido a decir que el comercio físico morirá porque no lo pensamos, sí que irá evolucionando más aún, y la pandemia ha servido de revulsivo para que el comercio online creciera de manera desmesurada y el comercio físico diese un paso al frente para reclamar su sitio.
La parte del comercio que se decía que menos cuota iba a perder en el modo físico era el de la alimentación, especialmente en España donde todavía nos gusta ver (tocar no por favor) lo que va a llenar nuestras despensas y frigoríficos. Para romper las suposiciones llegó la pandemia con la que muchos pasaron de ir a los comercios a hacer la compra de alimentación y otros productos de gran consumo en modo online.
Concretamente en España la compra de este tipo de productos subió un tres por ciento entre el último semestre de 2019 y el de 2020, puede parecer poco pero no lo es por el tipo de sector que se trata. El estudio de AECOC “E-commerce en gran consumo” revela que dentro del gran consumo lo que más aumentó fue salud y belleza, un 14,5%, y alimentación un 7,3%.
¿Cómo se reparten las compras entre los productos de gran consumo? La alimentación supone el 45% de la facturación del gran consumo por internet (en 2019 era un 37%), salud y belleza es el 24% de las ventas, los productos para mascotas un 14%, droguería un 7%, bebidas un 6% y la categoría de bebés un 4%.
Aquellos comercios que se dedican a la venta de este tipo de productos y todavía no tienen un ecommerce deberían plantearse abrirlo porque las cifras de ventas los avalan. La consultora Kantar en sus estudios afirma que el 74% de los compradores online de 2020 continuarán con el hábito adquirido aunque haya pasado la pandemia. El mismo estudio de AECOC también desvela que el sector de gran consumo espera consolidar entre un 35% y un 45% del crecimiento logrado durante el estado de alarma.
La compra online aporta tres beneficios:
- no tener que desplazarse con su correspondiente ahorro de tiempo,
- la facilidad para encontrar los productos que se necesitan,
- la rapidez del servicio gracias a los cortos plazos de entrega.
En la compra de productos de gran consumo estos beneficios se multiplican porque son compras que hay que realizar todas las semanas a veces incluso más de una vez por semana, la compra online permite eliminar estas visitas de la agenda para a aquellas personas que no tienen tiempo o no disfrutan en absoluto de ir al súper asiduamente.
Las previsiones de 2019 a 2025 son que la cuota online de la venta de alimentación en Europa pasará del 3,8% al 10%. De estas cifras no solo se benefician las grandes empresas distribuidoras de alimentación y las cadenas de supermercados, los comercios más pequeños también se benefician porque pueden sumar otros beneficios a mayores que son comercio de cercanía que ofrece producto km 0 en muchos casos, la confianza, el mayor conocimiento del producto por parte del vendedor y una mayor agilidad de respuesta y servicio a los compradores.
La barrera psicológica de la compra online de alimentación está superada, muchos reacios han probado y constatado que el servicio es igual de bueno o mejor y que no debe temer que le den gato por liebre cuando le llega la mercancía. Superado lo más difícil es hora de sumarse a la tendencia y abrir este nuevo canal de venta, ¿quieres ampliar un nuevo mostrador en tu tienda? contáctanos sin compromiso en el 981 91 34 88 para abrir tu tienda online.