Coherencia, notoriedad, compromiso y reputación, si buscas uno de estos términos en el buscador de este blog te aparecerán bastantes entradas. Mentamos mucho estas cuatro palabras aunque nunca lo habíamos nombrado todas juntas.
Siendo cuatro puntos clave del branding decidimos tratarlos juntos porque todos unidos e hilados son señal de una estrategia de marca efectiva, funcional y eficaz.
Bien analizados hay que decir que dos de ellos son comportamientos que traen como consecuencia los otros dos. Si una marca actúa coherentemente y se compromete es muy probable que sea notoria y obtenga reputación. Pero vamos paso a paso explicando cada concepto:
- Coherencia: es la base de construcción de una marca, expresar lo mismo en cada mensaje y punto de contacto con las personas manteniendo un mismo hilo conductor, sin roturas ni cambios. Esto que podría dar como resultado algo aburrido no lo es, es lo que va a generar en primer lugar conocimiento y en segundo lugar seguridad. Como marcas, las oportunidades de contacto con las personas son cada vez más reducidas y breves, si vamos cambiando el mensajes, la forma de presentarnos, las palabras que usamos, los colores… no nos reconocerán y es más podrán intuir que no somos de fiar. Por lo tanto una línea coherente de comunicación en el más amplio sentido de la palabra: el comportamiento de las empresa y de quienes la forma, el plano verbal y visual en los canales propios de la empresa y reflejando la identidad corporativa de la misma, son claves para ser identificados y queridos.
- Compromiso: es la “promesa” de la marca para actuar y comportarse en pro de sus valores y convicciones. Perseguir aquello que dice que es y que promulga. Ser fiel a sus personas (empleados, proveedores, clientes,…) y no defraudarlos. Si una marca de platos preparados de alta calidad se muestra comprometida con la salud de las personas, el uso de productos km 0 y la conservación del planeta debe seguir esa propuesta de valor hasta el final desarrollando menús equilibrados, acudiendo a proveedores locales y buscando envases sostenibles. Debe ser fiel a su propuesta de valor, comprometerse con ella porque es la razón por la que las personas la escogen frente a otra marca. En el momento que no cumpla su propia promesa habrá una ruptura y pérdida de confianza.
- Notoriedad de marca: es la capacidad que tiene la marca de permanecer en la mente de las personas. Supuesto, alguien te pregunta por un restaurante para encargar la comida a domicilio para su comida familiar del domingo, aquel que nombres y recomiendes primero será notorio para ti. Te habrás acordado de él porque cumplía las características que te pidieron. Como marca alcanzar eso de ser recordada es ser una marca notoria porque has conseguido hacerte un hueco en la vida de las personas.
- Reputación de marca: es la percepción que tienen los consumidores de la marca, de sus productos o servicios. De por sí tener reputación no es algo bueno, lo bueno es que sea positiva y a lo que pretende llevar la estrategia de marca. Dicho de manera muy llana equivale a la fama, a ese -no vayas a este restaurante tiene mala fama porque usan siempre el mismo aceite para todo-, pues dicho restaurante tiene una reputación de marca negativa.
Hay muchos factores que influyen en el éxito de una marca para alcanzar esa notoriedad y esa reputación positiva. Factores como las personas que dan vida a la marca, sus acciones y su modo de hacer; los mensajes y el estilo de comunicación; los canales y soportes de comunicación que usan; su marca gráfica y su uso en cada touchpoint… Miles de piezas que usadas de manera coherente y siendo fiel a tu promesa, comprometiéndote con las personas te harán alcanzar notoriedad y gozar de una buena reputación.
El momento en el que estamos ahora mismo exige un esfuerzo más para “acortar las distancias” que nos vemos obligados a mantener. El paso al branding líquido del que ya hablamos es fundamental, no es más que ser capaz de adaptarse y moverse a través de los canales de comunicación actuales, los digitales. La estrategia de marca ha de trasladarse a una estrategia digital y contar ahí nuestra historia, nuestros propósitos, nuestros servicios o productos, trasladar a estos soportes la identidad de la empresa de manera coherente y comprometida, los beneficios creo que han quedado claros a lo largo de esta entrada.