Uno más uno es uno
Sumar siempre es bueno, aumentar y medrar y las marcas también se pueden sumar. En este caso el uno más uno no es dos, sino un uno más grande que los dos iniciales. El objetivo de esta unión es el crecimiento, para que el resultado de esta operación sea positivo es vital el planteamiento y conocer cuál es el fin de la empresa, porque en definitiva la marca obedece a la estrategia empresarial y va a trabajar en su favor.
A nivel empresarial debe quedar establecido qué se mantiene o cambia de cada empresa implicada en la fusión o absorción, cuál es el objetivo de la nueva empresa y dónde quiere llegar, es decir, establecer una base estratégica. Es imprescindible comprender el estado actual de la empresa y visualizar su futuro para luego adaptarlo al ámbito geográfico donde va a actuar, a todos sus públicos e incluso a los proveedores.
Estas decisiones estratégicas acerca de la empresa, son un ejercicio de autoevaluación y son también fundamentales para trazar el camino que debe seguir la marca y con ello reducir la incertidumbre entre los públicos. Se debe transmitir seguridad mediante un promesa y un posicionamiento claros. Esto que parece tan intangible e idealista lo hemos estado viviendo como consumidores en los últimos años donde grandes empresas proveedores de servicios o el sector de la banca ha estado fusionándose y refusionándose en nuevas entidades.
Antes de que llegasen esos cambios a nosotros como consumidores ha habido muchas tomas de decisiones para definir su nueva estrategia empresarial, coger lo mejor de cada parte para fusionarlo y mejorarlo. Se ha definido el valor diferencial respecto a los demás de su sector y por último se ha preparado la comunicación a todos los públicos, pero lo primero ha sido crear ese perfil de empresa.
Estrategia empresarial definida, comienza la definición de marca
Una vez que la empresa sabe dónde quiere llegar se trabaja la marca como vehículo para llevarla a su destino. Se evalúan las circunstancias que llevan a esta fusión o absorción y cómo debe presentarse al público que ya la conocía y al nuevo. Se diseña la estrategia de marca y se comienza con la marca gráfica, a nivel de nombre hay tres alternativas:
- Mantener el nombre de una de ellas. Si una de ellas es bien percibida por el público, goza de buena reputación, tiene notoriedad y es lo suficientemente fuerte como para beneficiar y sostener la operación, se mantiene su nombre.
- Fusionar los nombres de las empresas implicadas para crear uno nuevo. Es la opción que se beneficia del reconocimiento del público y mantiene el vínculo de ambas con su anterior etapa. Si ambas empresas gozaban de una buena situación a nivel reputacional y de notoriedad es una opción realista, pero hay que tener en cuenta la viabilidad lingüística de la fusión de ambos nombres.
- Crear un nuevo nombre. Esta decisión rompe con todo el pasado de las empresas. Supone un nuevo inicio para conseguir la identificación y diferenciación, volver a ganarse la confianza de las personas y a nivel empresarial acoger cambios drásticos o innovadores que con un viejo nombre no tienen sentido.
La decisión acerca del naming se tomará en función del pasado de las marcas, de los motivos de la fusión o absorción y de los planes de futuro.
La creación de la parte gráfica, la identidad corporativa, en este punto sigue el proceso habitual, analizando qué aplicaciones corporativas va a precisar la nueva empresa porque es un factor importante a nivel económico. Como comentamos en su día cuando hablamos del rediseño de marca, las aplicaciones son un punto crucial porque el coste del cambio puede ser alto, y en el caso de una fusión o absorción la convivencia temporal de ambas marcas debe mirarse con lupa.
Comunicación, elimina incertidumbre y muestra transparencia
Estrategia empresarial definida, marca alineada con ella, mensajes y parte visual creados llega el momento de dar a conocer el cambio al mundo. Un plan de comunicación es fundamental para eliminar la incertidumbre entre el público, especialmente trabajadores y clientes actuales. Hay que hablar del cambio con normalidad y transmitir transparencia en pro de la tranquilidad y seguridad de quienes reciben los mensajes de la empresa.
En resumen, el éxito de una fusión o absorción de marca comienza y termina por una estrategia empresarial definida y una visión clara del futuro que se pretende. Visto el destino que se quiere alcanzar «solo» es comenzar a construir kilómetros de carretera.
Contáctanos sin ningún compromiso en el 981 91 34 88 y valoraremos la fusión o absorción de tu marca.