Constante coherencia diaria con la marca
Los medios digitales son básicamente todos los soportes disponibles en Internet para comunicarse con el público: páginas web, blogs, redes sociales, plataformas para e-mailing, aparte de los medios tradicionales como prensa y revistas, televisión, cine y radio que han creado su versión digital o que han nacido directamente en el medio digital.
Frente a los medios tradicionales offline los digitales tienen dos grandes ventajas que a la vez pueden ser un arma de doble filo, la inmediatez y el alcance.
Aunque hay medios tradicionales como la prensa diaria, determinados formatos dentro de la radio y la televisión que son inmediatos y cambian cada día, no sufren la rapidez del dedo pulsando en cuestión de microsegundos el botón de publicar. A veces parece que nos quema el dedo para pulsar sin releer.
A día de hoy es muy difícil encontrar una empresa que no tenga alguno de estos medios digitales, más bien es difícil no encontrar una empresa en internet con presencia creada por ella misma. Algún caso hemos visto de empresas que aseguraban no tener página web ni perfiles en ninguna red social y sin embargo encontrarla porque algún amigo, familiar o cliente creó un perfil en algunas de ellas. Esto es un craso error de control sobre la marca del que hablaremos en próximas entradas.
Tenemos claro que tener una marca pasa por gestionarla y mantenerla, alimentarla con historias interesantes para el público. Lo que comentábamos de inmediatez y alcance hace que los medios digitales sean muy exigentes en cuanto a contenidos aunque el comienzo es la marca misma. El sistema de marca ya debe de contemplar los usos digitales dando las pautas acerca de cómo emplear la marca en cada medio y como crear los contenidos en cuanto a estilo verbal, estilo visual, gamas cromáticas, tipografías y formas. Cada publicación individualmente debe identificar a la marca y el conjunto debe transmitir la personalidad de la empresa.
Normalmente quien gestiona los medios digitales, la web, blog y especialmente las redes sociales no es quien ha creado la marca ni el sistema por lo que hay que proporcionarle los archivos de la marca (a ser posible vectoriales) y las pautas de uso. En este momento los manuales de identidad y estilo son muy útiles para que alguien ajeno a la marca sepa cómo hablar y transmitir en cada medio.
La coherencia de marca se obtiene con la suma de cada mensaje que emite la empresa, todos con un mismo estilo verbal (vocabulario propio), estilo visual (de foto propias o compradas), forma de hablar (con emoticonos, stickers, gifs…), uso de infografías, vídeos… Cada empresa decide y determina el suyo siendo consciente de su mantenimiento diario. El ritmo que se establece en cuanto a publicaciones hay que mantenerlo respetando todas esas pautas por lo que cuanto más complejo el sistema más tiempo de preparación precisa.
Las redes sociales al menos tienen un gran componente de espontaneidad, permitiendo entrar publicaciones no planificadas que son reflejo de momentos o acontecimientos momentáneos o actuales. Exigen estar atentos a lo que nos rodea y un cierto control técnico siguiendo la línea de comunicación de la empresa.
Siendo prácticos el estilo propio junto al sistema de marca ahorra mucho tiempo en cuanto a la preparación de los contenidos por la sencilla razón de que la mitad del trabajo está pautado y no es necesario pensar qué colores, textos, formas usar porque ya está marcado. Lo más importante por encima de las prisas, es leer y releer, para no caer en errores que como poco nos saquen los colores teniendo que editar a posteriori.