¿Cuántas compras online has hecho en la última semana? ¿Cuántas páginas visitaste antes de decidir dónde comprar? Si ya eres fiel a una marca o tienda online sería rápido, fácil y seguro para ti, pero si andabas mirando opciones seguro que pasaste por más de un portal web.
En este momento en el que la salida de muchos negocios es el comercio online que se unen a los que ya habían apostado por este canal de venta, es preciso hilar fino a la hora de construir un ecommerce. Para mejorar la experiencia y conseguir la compra se acude al neuromarketing.
El neuromarketing es la mezcla de la neurociencia y el marketing, donde la última acude a la primera para comprender el comportamiento del cerebro ante estímulos comerciales y así mejorar la experiencia de compra.
Un estudio dice que solo necesitamos medio segundo para decidir si una web nos place o no. En ese brevísimo espacio de tiempo nuestro cerebro decide si quiere continuar mirando la página o si pasa a la siguiente opción. Por lo tanto partimos de la importancia del diseño y lo que el neuromarketing dice para que esas cincuenta milésimas de segundo sean positivas para el usuario.
Las técnicas que usa el neuromarketing son varias: biosensores, electroencefalograma, eye-tracking, test de asociación implícita, reconocimiento facial, respuesta galvánica de la piel y más. Con estas pruebas conocen miden nuestras reacciones y conocen nuestras respuestas más verdaderas, mejor que con cualquier encuesta, cuestionario o valoración verbal, porque nuestro cuerpo no miente.
Las técnicas de neuromarketing pueden ayudar a tu ecommerce.
Entonces ¿se pueden usar estas técnicas para mejorar los ecommerce de cara a los posibles compradores? La respuesta es sí, lo estamos haciendo. Se trasladan los conocimientos que se llevan aplicando casi veinte años en soportes estáticos a las pantallas. El uso de los colores adecuados, tamaños, jerarquías y simetrías, las palabras correctas, más imágenes que texto y la historia, el famoso storytelling son los ingredientes para crear una tienda online que supere el primer medio segundo. Una vez que están dentro hay que seguir con las técnicas para facilitar la comprensión, la navegabilidad y la forma de pago.
Antes de comenzar a definir estructuras, menús y demás lo primero es tener claro qué va a contar la tienda online, desarrollar el storytelling del que hablábamos para transmitir los valores que se pretenden, trazar una línea coherente que además luego se continúe a través de otros canales como redes sociales, newsletters, mailings,…
En cuanto a apariencia, un estudio de Google revela la importancia de la baja complejidad visual y la coherencia entre los elementos de la web como los aspectos estéticos para que generan más credibilidad. A ellos hay unir el correcto uso de los colores, como ya sabemos el amarillo o naranja para ofertas, verde para productos naturales,… estas como pinceladas maestras en un fondo blanco porque a pesar del avance de fondos negros o modos noche los fondos blancos nos aportan más confianza.
Las palabras pueden decir mucho o nada, generar fidelidad o repulsión, así que la elección de las adecuadas para que los posibles compradores se queden es fundamental, especialmente en lo referente a precios. Aunque la web nos enamore y el producto sea lo que buscamos, siempre tememos llegar al precio y frases como «Llévame contigo», «Hazte conmigo» pueden ser más suaves que un «Comprar» (siempre y cuando el producto lo permita). Al igual que palabras como oportunidad, promoción, regalo,… esos trucos que todos vemos como consumidores y nos amortiguan el hecho de la compra. Y qué decir de las descripciones de producto evocadoras que nos trasladan a los beneficios de comprar lo que estamos mirando.
Las imágenes, son tan o más importantes que las palabras. Para una tienda online son primordiales unas imágenes de calidad que muestren el producto claramente. Pero aparte de estas, es necesario usar otras de apoyo o recurso que transmitan los valores de la marca y lo que se puede conseguir al ser usuario de la misma. El neuromarketing nos ha enseñado que en caso de usar fotos con personas es mejor que estas miren a la cámara (al espectador) porque nos atraen y nos obligan a mantener un contacto, eso también puede jugar en contra si al lado hay un mensaje importante porque la mirada de la fotografía desviará la atención completamente. El objetivo y el mensaje ha de estar claro desde un principio para saber qué usar y cómo.
El broche final a la compra online es el correcto envío y embalaje del mismo. Cuidar el penúltimo contacto con el cliente antes de que comience a disfrutar de su adquisición para luego enviarle un mensaje de valoración de su experiencia.
Estos son solo algunos parámetros que tenemos en cuenta en Pululart a la hora de diseñar y poner en marcha e-commerce. Valoramos cada aspecto para primero superar el medio segundo de decisión y llevar a cada persona a la compra final. ¿Quieres que comencemos con tu tienda online? Contáctanos sin ningún compromiso en el 981 91 34 88.