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¿Te imaginas dar la vuelta al mundo sin un plan de viaje? Creemos que gestionar una empresa y su marca es similar a esta experiencia por la cantidad de experiencias distintas que vives mientras lo haces. Ahora, ¿te irías a un viaje así sin un plan, sin tener nada previsto, un orden de destinos, billetes o estancias reservadas, vacunas puestas…?

Pues lanzarse a crear una marca, sin una estrategia es como darte la vuelta al mundo sin un plan de viaje. La aventura está muy bien, pero cuando el objetivo es vivir de ella y mantener a otros un tiempo considerable (como es el caso de una empresa) la cosa cambia. Por no decir que un plan de viaje hace que este sea un poco más placentero en su transcurso, es decir, el trabajo previo asegura luego una buena travesía.

Todos sabemos que algo tan intangible como una marca puede llegar a ser más valiosa que todo lo que pueda vender y poseer. Eso se consigue con un buen producto o servicio de base y a la par generando una confianza y una percepción positiva que nos haga ser la elección en nuestro sector y actividad.

 

Objetivo de la marca: confianza y deseo

Toda marca quiere gozar de la confianza de las personas y ser deseada (comprada, contratada o consumida) por ellas. Este objetivo requiere un plan que se llama estrategia de marca.

La estrategia de marca centra las acciones de marca, sirve de faro para no perder el objetivo de la empresa como marca y así centrar esfuerzos y recursos. Obviamente va alineada con el plan de negocio (como deben de ir todas las estrategias de la empresas por otro lado).

Desarrollar una estrategia de marca requiere un conocimiento profundo de la empresa y del sector donde actúa. Es un conocimiento interno y externo que como hemos dicho en alguna ocasión, da una visión aérea de la marca para saber qué sucede y cómo en cada área de la empresa y en todo lo que la afecta, porque todo, absolutamente todo, son granitos que van conformando la majestuosa montaña que es una marca.

 

Beneficios de la estrategia de marca

  • Ahorro de tiempo y recursos al ceñirse a un plan preestablecido para un período de tiempo. La estrategia no es inamovible siempre permite adaptaciones a circunstancias propias o ajenas, pero con un planning a medio plazo se puede hacer una buena previsión de recursos.
  • Confianza y preferencia por la marca por parte de las personas. La coherencia y constancia en la comunicación que permite la estrategia redunda en una sensación de seguridad en la empresa y lo que hace.
  • Orgullo y sentimiento de pertenencia por parte de los trabajadores. Esto llama a la primitiva necesidad humana de sentirnos parte de un grupo, de la manada. Todo desemboca en una mejor predisposición y mayor productividad de las personas.
  • Capacidad de anticipación ante acciones de la competencia. El conocimiento que requiere el desarrollo de una estrategia permite saber por dónde puede o debe ir el sector para adelantarse y saber cómo actuar ante acciones de otros.
  • Posibilidad de incremento de precios. Una marca bien valorada, demandada en el mercado por las personas permite a la empresa aumentar su precios para equilibrarlo con el valor que le dan sus clientes.
  • Mayor valor empresarial. Como decíamos antes hay empresas que valen más como marca que por lo que poseen y lo que venden. Esa marca es un patrimonio que se traduce en muchos ceros que permiten hacer más negocio a su vez.

 

Habiendo hablado de los beneficios de la estrategia de marca, de ese plan a medio y largo plazo plagado de acciones y mensajes, también debemos decir los errores básicos a evitar:

  • No ejecutes acciones sin un objetivo previo. No mandes hacer ninguna pieza de comunicación que no tenga un fin claro, lo que pasará es que no aporte ningún retorno más que la frustración.
  • No dejes la marca en manos de cualquiera. Ten una figura que esté al tanto de todo lo que se hace para que mantenga la identidad de la marca con un mismo estilo verbal y visual.
  • No abras canales de comunicación que no estés dispuesto a mantener. Esa frase de hay que estar es una gran mentira. Estar para dar una mala imagen de abandono e ir a medio gas es peor que no estar. Centra esfuerzos donde realmente dan rendimiento.
  • No tomes decisiones unilaterales sin luego comunicarlas al resto de personas que conforman la empresa. Esto genera por un lado que los trabajadores se sientan desplazados y por otro que no den la información correcta a los clientes porque simplemente no disponen de ella.

 

La estrategia de marca crea y mantiene la identidad corporativa de la empresa, le da una forma y una voz única a su personalidad. Conforma una entidad en la que descargar confianza, a la que se puede querer y desear. Si quieres ese plan de viaje para tu empresa contáctanos sin ningún compromiso en el 981 91 34 88.

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