Pululart

Damos comienzo de manera oficial al 2020 y nos ponemos verdaderamente en marcha tras el paso de sus Majestades los Reyes Magos. Nosotros les hemos pedido que nos trajeran muchos proyectos de diseño para vuestras marcas, para darles continuidad y/o crearlas.

Nos vais a permitir una confesión de año nuevo, muchas veces yendo por la calle o navegando por Internet nos decimos a nosotros mismos, ¡qué falta hacemos a las empresas! Lo explicamos porque puede sonar pretencioso, vamos por la calle o estamos consultando algo en la red y vemos empresas que ofrecen un producto o servicio excepcional o con gran oportunidad de negocio pero que no lo transmiten. Su comunicación es contraproducente o nula, su imagen de marca no está a la altura de lo que ofrece o simplemente no existe y eso deriva en indiferencia o desconfianza de las personas.

La calidad de la comunicación visual que percibimos por la calle o en la red, muchas veces no está a la altura del talento y profesionalidad de diseñadores y agencias. Más bien percibimos mucha polución visual bien sea por la baja calidad de la comunicación, porque está mal planteada en un ejercicio de querer contarlo todo o porque el criterio es puramente personal y no objetivo.

Llegados a este punto nos metemos en harina con el tema de hoy, el papel que juega el cliente cuando contrata nuestros servicios de diseño, bien sea para rediseñar su web, crearla nueva, diseñar su marca, maquetar su catálogo… ¿Qué debe de hacer el cliente una vez nos ha contactado? Formar equipo con la agencia, esto implica muchas cosas y la más importante es confiar en la profesionalidad y los conocimientos de quien se contrata para gestionar su comunicación o marca.

Una buena campaña o una buena marca son resultado de un buen cliente y un buen diseñador/agencia, de su buen diálogo. Ambas partes (empresa y agencia) han dado lo mejor que pueden ofrecer, una acerca del producto o servicio y el sector y la otra acerca de la comunicación verbal y visual, de la elaboración de mensajes dentro de estrategias. Lo primero que se debe hacer es definir “el problema” o necesidad, ponerle nombre y apellidos como se suele decir, para dar con la solución idónea.

Lo más duro o difícil por parte de la empresa es dejar a un lado los gustos personales como criterio de elección para permitir al profesional de diseño ofrecer las alternativas adecuadas. En más de una ocasión hemos dicho que todo lo que se plantea en un proyecto obedece a razones objetivas y racionales. Los años de aprendizaje del profesional del diseño o de la agencia aumentando sus conocimientos, generando un archivo gráfico, visual y verbal rico, investigando acerca del comportamiento de las personas ante ciertos estímulos, estudiando sus respuestas y reacciones hacen del criterio de estas personas el idóneo para desarrollar las estrategias de comunicación y la identidad de las empresas en cualquier soporte.

Se dice que la comunicación visual no está destinada al placer visual, pero todos hemos visto campañas de marcas archiconocidas que son pura belleza, que no venden nada más que su propio poder o estatus más allá de un producto. Pero como la gran mayoría de las empresas no gozan de ese estatus, y lo que más nos rodea son las marcas “reales” a las que incluso podemos poner cara, en estos casos sí podemos decir que la comunicación visual no puede ser placer visual sino información para el target. Por eso hay que confiar en el criterio con el que la agencia decide qué decir, cómo, cuándo y dónde; ella sabe cómo se mueve, qué consume y cuándo la audiencia (las herramientas tecnológicas y el big data está aquí), sabe qué decir y no solo a nivel verbal, porque a veces las palabras sobran y una imagen puede desbancar cualquier eslogan o texto explicativo.

Los conocedores de todas esas herramientas son los profesionales de las agencias de comunicación, agencias web, agencias de diseño… y la empresa debe estar abierta a lo que se le ofrece para alcanzar sus objetivos. Al fin y al cabo si no está dispuesta a aplicar lo que se planea para ella está boicoteando su propia inversión.

Nuestro deseo para este 2020 es mejorar la comunicación visual, ¿empezamos por la tuya? Contáctanos sin ningún compromiso en el 981 91 34 88.

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