El diseño siempre busca la mejor solución a un problema o necesidad, ordenando, organizando y mejorando desde un punto de vista funcional y eficiente. Un estudio de diseño gráfico da con las mejores soluciones para satisfacer la necesidad de comunicación visual de una marca o empresa.
Como ya comentamos en una ocasión el diseño fusiona perfectamente función y estética. No solo encuentra la mejor solución a una necesidad o problema sino que lo presenta de la manera más comprensible y estética posible.
El diseño gráfico prepara la información para darla a conocer entre las personas y provocar en ellas una reacción. Una agencia de diseño gráfico lo que hace es interpretar toda la información que le dé una empresa para luego transmitirla al público, la información puede ser de una simple campaña promocional con motivo de una fecha como Halloween, a la presentación de un estudio farmacéutico.
El profesional de un estudio de diseño gráfico sigue una serie de pasos:
- Interpreta los datos que la empresa aporta para contarlos con el lenguaje y la imagen que el target entienda. Es una labor que requiere su tiempo porque se ha de sintetizar la información, dar con el vocabulario exacto y adaptarlo al tono de la empresa.
- Representa gráficamente la información. Una vez decidido el mensaje, sintetizada la información hay que darle la forma, color, crear las imágenes que mejor la ilustren, la tipografía,… con el manual de identidad corporativa de la empresa sobre la mesa.
- Adapta el mensaje a todos los soportes y aplicaciones que se vayan a emplear. Volviendo al ejemplo de la campaña para Halloween, puede precisar: flyers y cartelería en caso de tener espacio físico, quizás anuncios para medios impresos, imágenes para redes sociales, banners o gif para una campaña en Google, una bolsa de papel o unos adhesivos… miles de opciones posibles.
- Producción gráfica de las piezas para formatos offline.
- Publicación y puesta en marcha. Se lanza la campaña en todos los soportes seleccionados, online y offline; o se publica la pieza diseñada para que el público objetivo la conozca.
Producción gráfica
Vamos a comentar aparte en punto cuatro porque merece especial atención para aquellas piezas físicas u offline de las campañas. Un diseño excepcional con una mala producción es un gran fracaso. Diseño y producción deben de ir de la mano y tener la misma importancia para que se alcancen los objetivos. El buen profesional diseña pensando en el material y modo de producción, incluso en el proveedor que lo puede hacer, porque diseñar no es solo dar forma sino dar la solución completa, “llave en mano”.
Es responsabilidad del estudio de diseño gráfico estar al tanto en cuanto a materiales y métodos de producción porque se puede encontrar con muchos entornos, ambientes, lugares y superficies distintos donde aplicar un diseño. Ejemplos de lo que comentamos es un rótulo de fachada para un local frente al mar, debe soportar el salitre; una etiqueta para una botella de vino debe aguantar cuando esté en una cubitera; un catálogo para una óptica debe ser impreso en papeles no estucados para que no hagan reflejos; una placa identificativa para una clínica dental no debe engancharse mientras el médico explora a un paciente ni desprenderse… Son pequeños y grandes detalles que son vitales para que un buen diseño siga siéndolo cuando sale del papel y la pantalla para materializarse.
Lo ideal y recomendable es que cuando se encarga un trabajo a un estudio de diseño, este lleve a cabo todo el proyecto hasta la entrega final, con la producción incluida, sea una marca, un catálogo, una rotulación o uniformes, porque es el que mejor va a saber cómo materializar cada pieza para que el resultado sea el esperado.