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Hay tantas definiciones de diseño gráfico como diseñadores, cada uno definirá su profesión según su experiencia. Haciendo una media de estas definiciones, el diseño gráfico es una especialidad dentro del diseño que se encarga de satisfacer la necesidad de comunicación visual. Como toda disciplina de diseño sea la que sea, ordena, organiza y mejora las cosas desde un punto de vista funcional y eficiente.

 

El objetivo del diseño gráfico en concreto es ordenar y transmitir correctamente imágenes y textos para comunicar un mensaje a las personas con el objetivo de generar una respuesta en él, sea la compra o el conocimiento de una marca, que es lo que nos ocupa.

 

Hablando en términos de branding el diseño gráfico va a ser el encargado de traducir visualmente los valores y mensajes de la empresa a sus públicos. Por lo tanto es el encargado de dar forma a lo que la empresa dice, tanto a nivel verbal como visual.

 

Un diseñador no es quien sabe usar los programas de diseño, estos son solo herramientas que cuanto mejor se usen mejor será el resultado final. El diseñador es quien es capaz de sintetizar la información de la empresa para dar con la forma de transmitir la globalidad de la empresa. Quizás hoy en día esta tarea se ha hecho más difícil porque como consumidores no queremos leer, de ahí la tendencia actual del empleo de iconos para todo. Por lo tanto el diseñador debe elaborar el mensaje más breve y exacto, transmitirlo de la manera más directa e impactante y si lo hace sin palabras, solo con imágenes, mejor todavía. Sus ingredientes son las formas, colores, tipografías e imágenes que combina magistralmente.

 

Prescindir de la palabra y resumirlo todo en una imagen o grafismo es casi imposible, de modo que entra la experiencia y conocimientos del profesional para jerarquizar la información y definir en qué soporte de comunicación cuenta qué. Una empresa tiene a su alcance numerosos soportes para comunicar. Una correcta elección y planificación de soportes va guiando al público a través del mensaje para obtener más información si este la desea.

 

En el branding, la comunicación visual parte de la marca gráfica y su sistema que se aplica en todos los soportes de la empresa. La cantidad y variedad es distinta según la actividad, sector, producto o servicio de la misma.

  • la papelería corporativa: tarjetas de visita, papel carta, sobres, carpetas…;
  • las instalaciones: señalética exterior e interior, mobiliario, decoración;
  • los uniformes y ropa laboral del personal;
  • los vehículos de empresa;
  • el packaging y etiquetaje del producto;
  • las publicaciones: folletos, catálogos, revistas, memorias;
  • la página web;
  • los medios digitales: blog y redes sociales…

Todos estos soportes y las aplicaciones corporativas las iremos desgranando en próximas semanas.

 

El diseño gráfico va a determinar qué cuenta y cómo en cada uno de los soportes. Va a adaptar el mensaje a cada uno de ellos empleando coherentemente la marca para que llegue a las personas y genere una respuesta.

 

Como comunicador el diseñador debe dominar lo que tiene que comunicar para lo que la relación y entendimiento con la empresa debe ser total. A su vez la empresa debe hacer a veces el esfuerzo de diferenciar entre lo que quiere comunicar y lo que su público quiere y necesita saber, que a veces no coincide. Dejar a un lado lo que se quiere decir en favor de la eficiencia del mensaje dando a las personas lo que quieren es un ejercicio difícil, pero necesario en favor de la comunicación. Esa tarea de elaboración y presentación del mensaje es la del diseño gráfico.

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