15 Abr 2019 Planificación para la reducción de restos y ahorro en el presupuesto
¿A que no compras un billete sin saber adónde vas? Primero piensas el destino y luego compras el billete. La misma técnica se debe de emplear para escoger los soportes de comunicación de tu marca.
A la hora de viajar se miran dos cosas el destino y el compañero de viaje. En equivalencia para la marca en destino es el objetivo y el compañero de viaje el público al que se dirige. Por lo tanto, los dos aspectos a tener en cuenta para escoger el soporte de comunicación correcto son el objetivo que se pretende: ventas, notoriedad, reputación, conocimiento… cuantificable siempre que se pueda y el público objetivo al que la marca dirige la acción.
Estos dos puntos sobre la mesa son los que sirven para determinar qué soporte es el más adecuado, si va a resultar una inversión o un malgasto y si no se va a quedar en una pieza que acumule polvo sobre un mostrador o en una estantería o una web que no tenga visitas.
La realización de todo soporte de comunicación requiere los mismos pasos, a partir del objetivo, preparar los contenidos de texto acordes al estilo verbal de la marca, establecer el diseño que siga su estilo visual y diseñar la pieza, esto a su vez se divide en más acciones, lo importante es saber qué soportes son los adecuados. Aunque siempre decimos que no hacemos distinción entre los online y los offline porque unos precisan de los otros, los primeros tienen una ventaja y es que acortan un paso respecto a los segundos, la producción. Cada soporte offline como un catálogo, una valla publicitaria o un mupi, un vinilo de escaparate o un anuncio para una furgoneta requiere el último paso de producción e instalación. Los soportes online requieren el mismo trabajo de creación de contenidos, programación y diseño pero al terminar se publican sin pasar por una imprenta, un rotulista… con los plazos que estos conllevan.
Nosotros siempre pensamos en cerrar el círculo de la comunicación por lo que proponemos todos los soportes de comunicación que se complementen para que el mensaje llegue. Por ejemplo una landing page para el lanzamiento de un nuevo servicio de una agencia de viajes, complementada con una campaña de adwords y Facebook Ads, merchandising más un flyer explicativo que se regala a los clientes que visitan la agencia y una campaña de mailing a los clientes actuales. Se trata de escoger los soportes que pueda consumir el público objetivo dentro del presupuesto asignado.
Ningún soporte es inútil u obsoleto
Los reyes en comunicación están siendo los soportes digitales. Muchos dan por muertos o ponen fecha de caducidad a los soportes físicos de papel por este gran auge de internet. Unos complementan a otros y refuerzan el mensaje si se escogen pensando en quién va a usar ese soporte y en qué circunstancias.
- Una tienda como una cerrajería sigue necesitando tener el catálogo en papel para consultar referencias o mostrar opciones a un cliente. También precisa ese catálogo en la página web y con buscador que agilice sus consultas, pero el de papel le sigue resultando útil para moverlo por el mostrador o la tienda y consultarlo en momentos punta cuando no hay ordenadores disponibles.
- Tarjetas de fidelización donde te sellan una casilla cada vez que te tomas un café y al completarla te regalan otro. Esto a su vez hay que comunicarlo a través de redes sociales para que la gente recuerde que su fidelidad a la cafetería le reporta un regalo. También complementarlo con un artículo en el blog que hable de los beneficios del café.
- Los folletos o flyers junto a carteles que suenan demodé, son útiles para dar a conocer nuevos productos o servicios en acciones como ferias, promociones puntuales como por ejemplo una farmacia que regala un bote pequeño de colutorio por la compra de uno grande. Para esta acción también se crean unos banners para la página web de la farmacia y publicaciones para sus redes sociales. De este modo se cubren los públicos que se acercan a la tienda física, aquellos que compran online y los usuarios de redes sociales que siguen a la marca.
Como decíamos ningún soporte es inútil siempre y cuando se tenga claro el objetivo y el público al que se dirige la acción. Se escojan para alcanzarlos en cada punto de contacto y se diseñen de manera atractiva con un mensaje conciso. Hay que cerrar el círculo de la comunicación escogiendo todos los soportes posibles que permitan replicar el mensaje para que llegue y cale entre el público.
