Presencia y emisión controlada de los mensajes de empresa
Los medios digitales son todos los soportes disponibles a través y gracias a internet. Los más empleados por las empresas son las páginas web, blogs y redes sociales. Se trata de medios para la difusión de la empresa y la marca, canales de comunicación con las personas, sean o no clientes.
Estos canales de comunicación como cualquier otro soporte debe transmitir y reflejar la marca fielmente y de manera coherente para lo que hay que llevar a cabo un control especialmente sobre aquellos cuya creación tiene un coste cero.
La creación de una página web requiere un trabajo previo de búsqueda de la agencia adecuada para la web que la empresa necesita, contactar con ella y contarle las necesidades para que realice un presupuesto. La agencia seleccionada para realizar el proyecto solicitará el material pertinente: contenidos de la web (menú y textos), imágenes y marca gráfica. Por esta razón de que es la empresa la que aporta el material se presupone la fidelidad y coherencia con la marca, aunque hay casos en los que el resultado dista mucho de lo que debiera de ser ya que la propia empresa no ha dado unas directrices sobre la marca dejando al entendimiento de la agencia el uso e interpretación de la misma. Por suerte estos casos son los menos.
Otro tema son los blogs y perfiles de redes sociales. La creación de un blog, un perfil o página en una red social no tiene un coste económico, cualquiera puede hacerlo y con cualquier nombre, he ahí el peligro.
Todavía hay empresas que no tienen presencia en redes sociales o al menos no ser conscientes de ello y pueden suceder dos situaciones de las que ya hemos vivido casos reales en Pululart:
- El nombre de la empresa está cogido por otro usuario.
- Alguien ajeno o de dentro de la empresa ha creado un perfil o página sin permiso ni comunicarlo.
La primera situación en el caso de empresas ya creadas con cierta trayectoria suele obligar a buscar alternativas del nombre que siga siendo identificable para el público y a hacer un esfuerzo en comunicarlo porque precisamente no encaja con el nombre de la empresa. Comienzan las combinaciones con el nombre de la ciudad de procedencia, añadidos como «oficial», el tagline de la empresa u otras.
En el caso de empresas de nueva creación, donde aún se está en el proceso de naming esto no debe de suceder porque antes de optar por un nombre se debe de comprobar que esté libre para su registro como marca en la OEPM, el dominio web (más parecido posible e identificable) y el usuario en redes sociales. Cuando se tiene la certeza de que la marca está libre y es posible registrarla es recomendable coger los dominios y en cuanto la marca sea real crear los usuarios en redes sociales.
El objetivo es evitar la segunda situación, que alguien ajeno o de dentro de la empresa dé presencia a la empresa de manera incontrolada en estos soportes digitales. Aunque la intención sea buena la empresa estará transmitiendo información de manera incontrolada y no con la imagen real de ella.
Como conclusión o recomendación final, cualquier empresa debe de estar al tanto de dónde, cómo y cuándo aparece; ponerlo en manos de profesionales y así tener un control sobre sus mensajes para asegurarse de ser percibida como ella es y no como otro quieren.