En la era del do it yourself hemos pensado trasladarlo a las marcas y hacer un hazlo tú mismo para gestionar vuestra propia marca.
Vamos a dar cinco puntos básicos que sientan los cimientos para construir una marca coherente y sólida, algunos de ellos precisan de profesionales de diseño gráfico y otros se pueden ejecutar desde dentro de la empresa.
5 puntos básicos que toda empresa debe tener para gestionar su marca:
- La marca gráfica, del tipo adecuado a tu sector
Logotipo, símbolo, logo-símbolo… uno de los tipos de marca gráfica, el adecuado al sector, audiencia y objetivos de la empresa. Todavía hay empresas que quitan importancia al hecho de tener logotipo argumentando que el secreto está en la calidad del servicio o del producto. Hasta cierto punto es cierto, pero choca con un techo de cristal cuando pretende crecer entre un público que no tiene conocimiento de la empresa, ni de su saber hacer y las personas no tienen argumentos que le hagan creer en la marca. Es curioso cómo valoramos la marca como consumidores, porque si no cómo justificamos la elección en la compra de un coche limitaciones económicas aparte; sin embargo del otro lado, como empresarios, hay dos posibles reacciones: una restarle importancia y la otra envidiar a otras marcas diciendo que tienen más medios.
Todo empieza con una marca gráfica como representación de la estrategia de marca.
- El manual de identidad corporativo para usarlo de manera unificada
Existen manuales que detallan de manera extraordinaria cómo usar la marca. Estos son los menos y son necesarios cuando el sistema de marca es muy complejo y está en manos de mucha gente, es decir, la empresa es grande. El tejido empresarial está formado en su mayoría por pequeñas y medianas empresas que precisan manuales de identidad relativamente básicos.
Deben contener las pautas mínimas sobre el uso y variantes de la marca, sus colores, dónde usarla y cómo, las restricciones y algunas aplicaciones. Explicado de una manera sencilla y comprensible para que sin ayuda del diseñador la empresa sea independiente a la hora de crear una nueva plantilla sin romper el estilo visual y verbal de la empresa.
- Hacer un calendario anual o semestral con las posibles campañas
Este es el ejercicio que más suele costar plantear pero el que más tiempo ahorra a la empresa a medio largo plazo. Todos sabemos de los beneficios de la planificación, entre otros permite trabajar con previsión para reunir los recursos necesarios sean económicos o materiales que precise cada campaña.
Nos referimos a un calendario que contenga todas las campañas de la empresa en un año, con las fechas de inicio y fin, personas responsables de la misma y recursos necesarios: financieros, materiales y humanos. Y lo más importante es de todo es luego consultarlo y seguirlo, no dejarse llevar por el día a día sin mirar eso que llevo días desarrollar como tranquilizante de conciencias.
- Establecer plantillas para las comunicaciones
Ya hablamos en su día de las plantillas para la comunicaciones de la empresa. Hablamos de las plantillas prediseñadas gratuitas y de las corporativas hechas “a medida”. Son un gran recurso para favorecer la identificación de la empresa en cada punto de contacto y generar una imagen sólida y confiable.
- Controlar los mensajes y las acciones
De sentido común, aunque como se dice el menos común de los sentidos. Todo lo que se haga o diga bajo el nombre o sombra de la empresa le va a afectar directamente. Si se trata de algo positivo bien, el problema es cuando es algo negativo que luego cuesta mucho resolver. Algo tan aparentemente nimio como puede ser el comportamiento en un accidente de coche con un vehículo de empresa, el vestuario en una visita comercial, la falta de saludo y despedida en un correo electrónico, los mensajes o llamadas a deshoras, el llegar tarde a una cita… son gestos que pueden actuar en contra de la imagen percibida de la empresa.
Estos cinco consejos son parte de la estrategia de marca, establecer cómo actúa la marca y de qué modo en los touchpoints con el target de la empresa y las personas en general. Y estos cinco son controlables por la empresa y deben nacer de su interior para que sean comportamientos naturales de la identidad corporativa de la marca.