Los niños pequeños (y algunos no tan pequeños) ven una caja de cartón e imaginan castillos, fuertes, barcos, cocinas o coches. Luego de más adultos comenzamos a guardar algunos de esos envases para coleccionarlos o porque los reutilizamos para darle otro uso como recipiente de otra cosa, son segundas vidas de eso que guarda o protege objetos, el packaging.
Aquellas cajas que solo identificaban lo que contenían y quien lo hacía, han evolucionado mucho, el diseño ha ido mejorando para crear experiencias reales, no solo las imaginadas por niños o más adultos. Han tenido que pasar de la mera protección, a la identificación y luego a la persuasión en silencio en un lineal o en una tienda online.
El packaging se ha vuelto digital, algo tangible que protege, identifica y ayuda en el transporte, también genera experiencias y percepciones.
La pelea de los productos en los lineales es considerable. Podemos encontrar muchas marcas distintas de un mismo producto y con unas diferencias de precio poco significativas, ¿cómo escoger entonces? El factor conocimiento de la marca o vínculo emocional con la misma juega a favor dejando la labor del packaging fuera de juego, sin embargo cuando no hay una vinculación fuerte con la marca es el packaging el que pasa a un primer plano como factor decisor de la compra.
Las marcas lo saben por eso con el paso de los años los diseños han ido mejorando primero en estética, luego en comodidad de uso y transporte, más tarde con la elección de materiales más sostenibles para llegar a la fase de su digitalización.
El packaging digital genera una experiencia de compra y aporta al comprador algo más. A través de la tecnología o la realidad aumentada más el hecho de que todos llevamos siempre encima un smartphone permite ofrecer a las personas más información, juegos o un acercamiento a la marca.
Los avances tecnológicos y su abaratamiento hacen que su uso se extienda:
- pantallas tan finas que se pueden instalar en el envase de un producto de cosmética o perfumería para lanzar mensajes al consumidor, incluso incluir en revistas como una página de papel normal.
- el sistema RFID (Radio Frequency Identification) sistema de identificación de productos que utiliza las ondas de radio para comunicarse con un microchip. En concreto al comercio le ofrece un control absoluto sobre cantidades, ubicación y estado de los productos, beneficio del que se aprovechan comerciante y comprador.
- los códigos QR que funcionan como llave a muchas opciones de interacción entre el producto y el comprador.
- la realidad aumentada para recrear escenas y mostrar casi todo lo que se pueda imaginar. Generalmente a través de una app y un marcador en el packaging se puede mostrar material de cualquier tipo estático o audiovisual.
La forma más sencilla de ellas es el uso del código QR, que ahora más que nunca vive un buen momento, con él se puede aportar cantidad de contenido interesante:
- dar información de interés que no cabe en el propio envase (es importante recordar que por ahora este método no suple el cumplimiento de la normativa de etiquetado);
- mostrar videos del proceso de fabricación o las instalaciones donde se lleva a cabo para acercar el producto a los consumidores;
- dar acceso a certificados u homologaciones del producto;
- participación en juegos o sorteos…
Estas ideas de explotación del packaging digital pueden tener como base la página web de la marca que muchas veces está infrautilizada y solo se concibe como una presentación y contacto con la empresa.
Dentro de poco llegarán de modo masivo otros gadgets como las gafas de realidad aumentada que supondrán una revolución de lo que podrá mostrar el packaging. Imaginad ese momento de consumidor cautivo con un packaging en la mano y unas gafas de realidad aumentada, se le podrán ofrecer experiencias realmente únicas.
Todas estas ideas y el paso al packaging digital exige explotar las páginas web, crear contenidos más útiles e interesantes, apoyarse en apps propias para que el comprador saque su smartphone y participe de la experiencia.
Consúltanos sin compromiso en el 981 91 34 88 para comenzar a diseñar una nueva experiencia de marca a través del packaging.